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Atrofia vulvovaginal y Menopausia

Atrofia Vulvovaginal y Menopausia

La atrofia vulvovaginal, también conocida como vaginitis atrófica, afecta a muchas mujeres, especialmente después de la menopausia. Intentaremos a continuación resumir qué es, qué síntomas presenta y cómo tratarla.

¿Qué es la Atrofia Vulvovaginal?

La atrofia vulvovaginal es el adelgazamiento, sequedad e inflamación de las paredes de la vagina y la vulva debido a la disminución de los niveles de estrógeno. Esta condición es más común en mujeres postmenopáusicas, aunque ocasionalmente también puede afectar a mujeres en otros momentos de la vida. En algunos casos puede darse durante la lactancia o después de ciertos tratamientos médicos.

Síntomas más frecuentes

Los síntomas más comunes que presenta la atrofia vulvovaginal son:

  1. Sequedad vaginal: sequedad y falta de lubricación en la vagina.
  2. Picazón y ardor en la vagina y la vulva.
  3. Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia)
  4. Sangrado leve: especialmente después del coito.
  5. Infecciones vaginales recurrentes: La alteración del entorno vaginal aumenta la susceptibilidad a infecciones.
  6. Urgencia urinaria: la mujer afectada tiene necesidad imperiosa de orinar con frecuencia.
  7. Disuria: Dolor al orinar.

¿Qué causa la atrofia vulvovaginal?

La principal causa de la atrofia vulvovaginal es la disminución de los niveles de estrógeno. El estrógeno es la hormona que mantiene los tejidos vaginales lubricados. Esta disminución puede producirse en diferentes circunstancias:

  1. Menopausia: La causa más común entre nuestras pacientes.
  2. Lactancia: los niveles de estrógeno pueden disminuir temporalmente durante la lactancia.
  3. Cirugías: La extirpación de los ovarios (ooforectomía) provoca una caída brusca de los estrógenos. Comúnmente denominada: Menopausia quirúrgica.
  4. Tratamientos contra el cáncer: La quimioterapia y la radioterapia provocan una reducción de los niveles de estrógeno.

¿Cómo se diagnostica?

A fin de poder prescribir el mejor tratamiento para cada paciente, precisamos visitarla en consulta. Durante la misma realizamos su Historia Clínica, un examen de suelo pélvico y quizás alguna prueba analítica para descartar infecciones.

Tratamiento para corregir y evitar la atrofia vulvovaginal

El tratamiento puede ser local para paliar la patología y sus síntomas puntuales. A medio plazo puede incluir un tratamiento más amplio y reparador como la terapia hormonal. En algunos casos es aconsejable realizar un tratamiento con láser CO2 .

Tras más de diez años de experiencia probada en la prescripción de tratamiento con hormonas bioidénticas, observamos que las mejoras en las pacientes con tratamiento hormonal son muy notables. Y no hablamos solo del tratamiento de las vulvovaginitis sino en todas las sintomatologías típicas de la menopausia. Las más recurrentes serían: la sequedad vaginal, sofocos, sudores nocturnos, cambios de humor y/o pérdida de líbido. Durante el período postmenopáusico es habitual también notar aumento de peso y disminución de masa muscular. Todo ello junto a la pérdida de densidad ósea se mejora con el tratamiento con hormonas.

Uso del láser CO2 para tratar la atrofia vulvovaginal

En los últimos años de tratamiento de las pacientes con atrofia hemos estado utilizando el láser CO2 y los resultados son muy satisfactorios. El láser actúa remodelando el colágeno y estimulando la regeneración de la piel. Ello sin duda ayuda a mejorar la elasticidad de la misma en la zona tratada.

Comparando el láser con otros tratamientos más estándares, hemos constatado que el láser tiene menos efectos secundarios a largo plazo.

Finalmente, indicar a las pacientes que antes de decantarse por el tratamiento con láser, recomendaríamos que lo consulten con un especialista que tenga amplia y probada trayectoria en el uso del láser CO2 para la reparación de la atrofia vulvovaginal.

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