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Semana 22 del embarazo

Desarrollo del sistema límbico

A partir de la semana 22 del embarazo puede empezar a decirse que los sentimientos de tu bebé van a nacer antes que él.

¿Cómo puede ser eso, te preguntarás? Pues porque a partir de estos momentos de tu embarazo, aproximadamente, su sistema límbico está en pleno desarrollo. Se trata de una estructura ubicada en su diminuto cerebro que se encarga de gestionar las emociones y los sentimientos.

Debido a ella, el bebé puede empezar a notar cambios en su estado de ánimo. Puede ser que se sienta contento o enfadado, según los estímulos que recibe desde el exterior. Por eso puedes empezar a comunicarte con él, mediante caricias en tu abdomen y hablándole con todo cariño.

A la vez que sigue creciendo, pues ya mide unos 19 o 20 centímetros y pesa alrededor de 400 gramos, experimenta otros cambios. En su carita ya pueden distinguirse los párpados y, sobre ellos, una pelusa blanca que se convertirá en sus cejas. Pese a ello, todavía no es capaz de abrir los ojos.

Sus huesos ya contienen médula ósea, por lo que ya puede fabricar glóbulos rojos. Además, bajo su piel se va almacenando grasa corporal, en forma de finas capas, con dos finalidades principales. Una, ayudar en el desarrollo del sistema nervioso. La otra, contribuir a la regulación de la temperatura de su cuerpo.

¿Qué notará la mamá la semana 22 del embarazo?

La mamá puede empezar a notar que su barriga se pone, a ratos, dura. La causa son las contracciones y relajaciones del útero, que suelen producirse varias veces al día. Se trata de algo totalmente normal, conocido como contracciones de Braxton-Hicks. Su finalidad es la de ir preparando el propio útero y los tejidos de la pelvis para cuando se produzca el parto. Caso que hubiera dolor o fueran muy frecuentes, le recomendaríamos consultarlo con su ginecólogo.

También es habitual que tus tobillos y muñecas se hinchen o que notes sensación de hormigueo en tus extremidades. Esto se debe a que el crecimiento del útero dificulta el retorno venoso de la sangre.

Te ayudará a combatir estas molestias estirar las piernas cuando estés sentada, mientras mueves los pies haciendo pequeños círculos. Es igualmente muy adecuado caminar a buen ritmo durante una hora diaria y dormir con un cojín debajo de los pies. Una buena forma también de combatir el hinchazón de pies y tobillos es realizarse una ducha con agua fría en los pies y en sentido ascendente hasta rodillas.

¿Quieres ver como has ido avanzando? Revisa el post de la semana 21 del embarazo y verás los cambios.

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