Irritaciones vulvovaginales ¿por qué aumentan en verano?
Las alteraciones más comunes en verano son tres: vulvovaginitis candidiásica provocada por el sobrecrecimiento del hongo cándida; vaginosis bacteriana por alteración de la flora vaginal y cistitis producida por la entrada en la vejiga de bacterias que residen en el recto, como la E coli. Los síntomas más comunes de que algo no va bien son picor y escozor, flujo espeso, enrojecimiento y cierta molestia e inquietud al dormir o sentarse.