Semana 19 del embarazo
Características del feto en la semana 19
Durante la semana 19 del embarazo, el sistema nervioso del feto, formado por el cerebro y la médula espinal, sigue desarrollándose cada vez más rápidamente. Las áreas cerebrales destinadas a los sentidos empiezan a parecerse a lo que serán cuando nazca.
Muchos bebés, al llegar a esta semana de la gestación, ya poseen un sentido del oído suficientemente desarrollado como para escuchar sonidos externos. Tanto los latidos de tu corazón, mamá, como los de tu estómago o tu voz. Una voz que aprenderá a distinguir perfectamente y que reconocerá sin dudarlo tras el parto.
También percibe los ruidos del entorno en el que te mueves o la música. De modo que puedes hablarle o ponerle música para empezar a comunicarte con él. Esos sonidos le llegan a través de las paredes del útero y del líquido amniótico, provocándole sensaciones agradables y ayudando a activar sus neuronas.
Su tamaño ya está sobre los 15 centímetros, con un peso algo superior a los 200 gramos y su cuerpo resulta aún algo desproporcionado respecto a cómo será al nacer. Las piernas son delgadas y estrechas en comparación con su cabeza y su torso.
Semana 19 del embarazo: Consejos de hábitos de vida saludables
En lo que respecta al cuerpo de la mamá, la actividad hormonal sigue a todo ritmo. Puede aumentar el flujo vaginal adquiriendo, además, un color amarillento y una textura más espesa. Un fenómeno denominado leucorrea y ocasionado por el mayor flujo sanguíneo en la mucosa vaginal.
Otro síntoma que puede aparecer son las palpitaciones cardíacas, debidas también al aumento del volumen sanguíneo propio del embarazo. En general se trata de un trastorno sin importancia que, solo en casos persistentes, puede requerir consulta al ginecólogo.
Es normal que se te hinchen las piernas o que aparezcan pequeñas varices. Para tratar de evitarlas, es recomendable el ejercicio físico controlado, por ejemplo en la piscina, por el efecto de ausencia de gravedad que se nota en el agua. También hay que controlar el peso y no estar de pie mucho rato. Andar al aire libre y marcándote un ritmo es también un buen ejercicio.
Cuida tu alimentación, con alimentos ricos en vitamina E, el mayor antioxidante, como ensaladas y verduras de hoja verde, aceites principalmente de oliva. No olvidar en la dieta las frutas, verduras y proteínas. Importante incluir en la dieta carne y pescado asegurando que queden bien cocinados y que no quede cruda la cocción. Los quesos son también una buena fuente de proteínas, pero importante que sean quesos curados y siempre elaborados con leche pasteurizada.
Y sobre todo, no olvides hidratarte: tanto si es verano como si es invierno. Sin duda en verano todavía más, pero no olvidemos que también en invierno el cuerpo necesita hidratarse. Infusiones o caldos son ambos buenos aliados en temporadas de más frío, así como zumos naturales bien frescos en verano. Evita en lo posible las bebidas azucaradas y las bebidas gaseosas.
Dado que los cambios pueden ser de lenta evolución, y también es cierto que no todos los fetos se desarrollan al mismo ritmo, quizás te interese revisar los cambios mencionados en las anotaciones de la semana 18 de embarazo.