Semana 28 del embarazo
Aspecto del bebé a partir de la semana 28 del embarazo
A partir de la semana 28 del embarazo, el aspecto de tu bebé empieza a parecerse mucho al que tendrá cuando nazca, dado que está acumulando grasa bajo la piel. Algo que, además de ser útil para regular la temperatura corporal, elimina arrugas de su piel y hace que su aspecto sea más rollizo.
Influye igualmente en esa apariencia el hecho de que ya pesa unos 1.100 o 1.200 gramos y mide entre 35 y 38 centímetros de la cabeza a los pies.
En su cerebro empiezan a formarse surcos y, a la vez, el sistema nervioso central prosigue su desarrollo. Un buen síntoma de que empieza a tener actividad cerebral es que alterna períodos de sueño con otros de notable dinamismo. Algo que notarás porque la fuerza de sus patadas aumenta considerablemente. Incluso es posible que, a veces, puedas verlos en tu barriga en forma de bultitos o de movimientos.
Puedes notar contracciones
Es posible que empieces a notar contracciones. Son las llamadas contracciones de Braxton Hicks que, en algunos casos, se manifiestan a partir de la sexta semana. Pero es a partir del tercer trimestre de embarazo cuando las posibilidades de tenerlas aumentan.
Es un período en el que hay continuos cambios en tu musculatura abdominal. La sensación que notarás será como si tu abdomen se pusiera duro, para ablandarse a continuación, sin producir dolor. Solo si los endurecimientos se producen a intervalos regulares y son frecuentes y dolorosos hay que consultar al ginecólogo, por si se trata de un parto prematuro.
De producirse esta situación has de tener presente que, a partir de la semana 28 del embarazo, tu bebé ya está preparado para nacer. Aunque, eso sí, precisando de incubadora y de cuidados específicos.
Si eres Rh negativo, en esta semana te administraran la vacuna de la gammaglobulina anti D. Una inyección intramuscular que evita la formación de anticuerpos contra los glóbulos rojos del feto. Así se evita que pueda sufrir anemia o ictericia fetal.
Además, tras el nacimiento, comprobarán el Rh del bebé a partir de la sangre del cordón umbilical. Si su Rh es positivo, te administrarán de nuevo la vacuna. Algo que no será necesario si es Rh negativo.