¿Existe el genital ideal? ¿La cirugía genital es una moda o un retroceso en nuestra autoestima?
El genital ideal no existe.
La labioplastia puede también prevenir infecciones recurrentes en la zona vulvar
Situaciones tales como molestias al sentarse, molestias al practicar determinados deportes o ejercicios, inconvenientes a la hora de vestirse y usar prendas ajustadas, etc. son los principales motivos de consulta. En la mayoría de casos la solución es a través de la cirugía genital femenina. La labioplastia, o también denominada cirugía íntima femenina, se realiza de forma ambulatoria, en la propia consulta, ayudados por un láser especializado y sin necesidad de ingreso clínico. La recuperación es rápida: en 48 horas la mayoría de pacientes reanudan su vida cotidiana y al cabo de un mes pueden mantener relaciones sexuales con normalidad.
La importancia de un diagnóstico personalizado
La labioplastia con láser es una de las intervenciones que más frecuentemente realizamos en la consulta. Tanto si el motivo por el cual se visita la paciente es estético como si es funcional, lo realmente importante antes de decidirse por una técnica u otra es obtener un buen diagnóstico por parte de un equipo médico experimentado.
En la consulta, cuando detectamos que una paciente quizás viene a visitarse porque no se gusta, valoramos el caso con ella. Una exploración ginecológica nos permitirá verificar si hay o no alguna patología asociada a la parte estética. Disfunciones del Suelo Pélvico como son una amplitud o falta de tono vaginal, un prolapso o caída de matriz o alguna otra patología ya descrita en posts anteriores, van muy a menudo asociados a una estética genital concreta.
Cirugía genital femenina:¿estética o necesidad?
En definitiva, y volviendo a la pregunta sobre si la estética genital femenina es cuestión de estética o necesidad, aunque a menudo el motivo por el que una paciente decide consultarnos es estético, como Ginecólogos tenemos una visión más amplia del problema por lo que generalmente le propondremos soluciones a los problemas tanto anatómicos como funcionales.
El hecho que la demanda de cirugía genital femenina haya crecido de forma exponencial en los últimos años nos obliga todavía a ser más cuidadosos en realizar un buen diagnóstico antes de recomendar a la paciente el mejor tratamiento para su caso en concreto.
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