Rejuvenecimiento vaginal: la vaginoplastia
Hoy queremos hablar de una técnica de cirugía íntima femenina: la vaginoplastia.
El auge de la vaginoplastia
La cirugía estética es parte de nuestra cultura actual: remodelar el cuerpo para sentirnos bien con nosotros mismos. La estética genital no ha sido inmune a este cambio. En los últimos 5 años y empezando en Estados Unidos ha sido una tendencia al alza: cada día son más las mujeres que quiere modificar su estética vulvo-vaginal.
No hay dos los labios vaginales iguales. Concretamente existen más de 400 modelos diferentes de genitales y todos ellos se encuentran dentro de la normalidad. A pesar de ello, son muchas las mujeres que perciben sus zonas íntimas con defectos y que lo viven con incomodidad.
La necesidad de rejuvenecimiento vaginal también puede ser necesaria por su impacto en la funcionalidad de la zona íntima y que se percibe como un exceso de la amplitud vaginal, generalmente provocada por partos traumáticos o por la pérdida de colágeno debido a la edad. En ambos casos, aumentan los casos de incontinencia de orina y disminuye la fricción durante el coito y, en consecuencia, se reduce el placer sexual. En los casos más extremos, puede aparecer un prolapso genital.
Una técnica con doble función
La vaginoplastia es una técnica que nació en los años 90 con criterios de cirugía estética. Su función es doble. Externamente, embellecer los labios vaginales e internamente mejorar el introito y la vagina, fomentando una mejor función sexual. En conjunto, se crea una sensación pre-concepcional: mejora el tono muscular, la elasticidad y el contorno de la vagina. El resultado es que en la mayor parte de los casos se recupera la sensación de placer sexual y, a la vez, se reducen las pérdidas de orina provocadas por la amplitud vaginal.
Existen otros procedimientos de cirugía estética genital. ¿Quieres conocerlos? (Enlace al siguiente post)