Semana 40 del embarazo
La tan deseada semana 40 del embarazo
Por fin has llegado a la semana que en general se considera como la del final del embarazo.
Ahora, tu bebé está a punto de nacer. Aunque los niños acostumbran a pesar algo más que las niñas, el promedio está sobre los 3.400 gramos. En cuanto a la altura, normalmente ya habrá superado por poco los 50 centímetros desde la cabeza a los pies.
El vérmix caseoso que recubría su piel ha desaparecido prácticamente en su totalidad. Sigue dando patadas, aunque cada vez menos debido a que dispone de menos espacio para moverse. Si no notas ningún movimiento del feto durante más de hora, puedes estimularlo con masajes o movimientos en tu abdomen. Caso de que siga sin moverse, es conveniente que consultes a tu ginecólogo.
Atenta a los síntomas de parto
Aunque te resulte difícil a causa de la impaciencia por tener a tu bebé en brazos, debes estar tranquila. Haber llegado a la semana 40 no significa que el parto deba producirse ya. De hecho, alrededor de un 75% de los embarazos pueden llegar a retrasarse hasta la semana 41 o 42.
De manera que, hasta llegar a esa semana 42, tu ginecólogo no lo considerará como un retraso significativo. En cualquier caso, será tu equipo médico quien pueda valorar si procede o no inducir el parto.
Aunque con tranquilidad, debes estar atenta a los síntomas del parto. El más evidente son las contracciones. Si se producen de manera rítmica, durante una hora aproximadamente, y a intervalos de entre cinco y diez minutos, debes acudir a tu centro médico.
Estas contracciones empiezan en la parte alta del útero y descienden hasta el pubis. Es una sensación como si el útero tratara de exprimirse.
También debes ponerte en contacto con tu ginecólogo si rompes aguas o tienes un sangrado igual o mayor que el de una menstruación. Recuerda que, por el contrario, la pérdida del tapón mucoso no es indicio de parto inminente. Su aspecto es el de una mucosidad de color amarronado y, si no notas contracciones ni sangras, no hace falta que consultes a tu médico.
¿Qué preparar durante la semana 40 del embarazo?
Insistir de nuevo en la conveniencia de tener preparada en casa la canastilla del bebé que es la que deberás llevar contigo en el momento de ingreso en clínica. En ella debes tener en cuenta las necesidades del bebé pero también las tuyas: camisón o pijama, zapatillas, quizás una bata o jersei por si deseas pasear o ir al baño. Caso de tener previsto la lactancia materna asegurar que la ropa sea cómoda para ello. No olvides tus enseres personales de higiene tales como cepillo de dientes, pasta dentífrica, cepillo para el pelo, cremas que utilices regularmente. A partir del nacimiento tendrás un nuevo persona en tu vida a quien cuidar, pero no por ello debes descuidar tu propio aspecto personal. 🙂