El Silencio: el mayor enemigo de la incontinencia

Son muchas las personas que sufren en silencio la incontinencia urinaria. La mayoría de veces es porque piensan que no existe tratamiento, otras por vergüenza y en ocasiones es porque pasando con compresas ya no les preocupa mucho el tema.

Los medios de comunicación anuncian compresas y otros métodos para retener el escape de orina sin ofrecer una información real de las posibles soluciones y tratamientos. No es cierto que las compresas son la única solución y sí es cierto que producen irritaciones y contribuyen a una mayor prevalencia de infecciones urinarias y perianales.

Está claro que la incontinencia no se percibe de la misma manera en todas las personas. Cada caso se valora y se trata de manera individual, teniendo en cuenta que cada caso es diferente y los tratamientos no son los mismos para todos.

Hay dos tipos de incontinencia de orina:

• La incontinencia de esfuerzo, por la cual las pérdidas de orina se deben a un esfuerzo como toser o reír. Este tipo de incontinencia se puede solucionar de forma definitiva.
• La incontinencia de urgencia, en las que la orina se escapa cuando no se acude al baño con rapidez.

El deporte un factor determinante de la incontinencia urinaria

La incontinencia de orina puede dificultar la práctica del deporte con tranquilidad y a su vez el hecho de no practicar deporte dificulta un buena continencia. La pérdida no es la misma para deportistas que para personas sedentarias.

Si una persona está en forma, mantiene musculatura abdominal. Esto favorece a un fortalecimiento de los músculos del suelo de la pelvis. Si la musculatura de la pelvis, entre ellos el músculo elevador del ano con sus ramas, están fuertes se mantendrá un correcta estática pelviana y una buena continencia anal y fecal.

Así que dependiendo de la actividad física que se practique, la percepción de incontinencia urinaria será diferente.