Embarazo y verano

En los meses de verano el calor excesivo suele provocar cansancio y desgana en la embarazada, especialmente en el último trimestre de gestación cuando el peso del abdomen se acentúa. Ofrecemos una serie de consejos para poder aliviar esta situación.

1. PROTEGER LA PIEL

Cuando estás embarazada y te expones al sol, tienes un riesgo mayor de que te salgan manchas color café en la cara. Además, proteger la piel del sol reducirá las estrías, el envejecimiento de la piel, las arrugas y la aparición de melanomas. Utiliza filtros solares con protección contra los rayos UVB, que queman la superficie de la piel, y los UVA, que dañan las capas más profundas. Es recomendable aplicarlos varias veces al día, porque puede eliminarse con el sudor, y utilizar sombreros y pamelas.

2. EVITAR PIERNAS PESADAS

Para combatirlas lo mejor que puedes hacer es caminar, poner las piernas en alto y darte masajes linfáticos con geles fríos en piernas y tobillos para que la circulación de retorno mejore. Si estás en la playa, aprovecha para dar paseos por la orilla, con el agua del mar a media pierna y haz ejercicios dentro del agua.

3. HIDRATARSE

Los picores, sobre todo en las mamas y la tripa, son fruto del estiramiento de la piel poco hidratada. Intenta no rascarte y utiliza cremas de avena. Se recomienda consumir al menos dos litros de agua diarios. Al contrario de lo que se cree, beber con frecuencia favorece la eliminación de toxinas del organismo y previene los edemas, además de aliviar el calor.

4. COMER BIEN

Para comenzar bien el día y evitar el cansancio, un desayuno completo es esencial. Evita las comidas copiosas y opta por alimentos fáciles de digerir y de alto valor nutritivo y energético. La fruta fresca de verano, además de ser refrescante e hidratante, quita la sed y repone sales minerales que el cuerpo elimina a través del sudor. La vitamina C favorece la absorción del hierro y ayuda a combatir el estreñimiento del embarazo. Como reza el dicho “desayuna como una reina, come como una princesa y cena como una mendiga”.

5. USAR ROPA LIGERA

Durante el embarazo hay que llevar ropa cómoda, pero en el verano hay que extremar más esta precaución. Debes usar ropa fresca, de tejidos naturales, que no se adhiera al cuerpo y un calzado ni demasiado bajo ni demasiado alto para evitar dolor de espalda y piernas.

6. HACER EJERCICIO

El ejercicio te mantiene en forma y te carga de energía. Caminar o el yoga son prácticas ideales en esta época del año. Aprovecha el agua fría de la piscina para aliviar las piernas cansadas y hacer ejercicios. La natación es el más completo: reduce el dolor de espalda, aumenta la autoestima, prepara el cuerpo para el parto y reduce las tensiones