Casos reales sobre Incontinencia Urinaria
Hace 8 meses se presentó en nuestro despacho una mujer de 86 años, Carmen, solicitando posibilidades terapéuticas a una incontinencia urinaria de esfuerzo de larga evolución.
Dado que el estado físico de la paciente era correcto y a pesar de su edad, decidimos una cirugía por vía vaginal colocando una malla para elevar la uretra descendida por el déficit de colágeno y los partos anteriores. La retuvimos en la Clínica durante 12 horas.
A los 6 meses de la intervención acude a un control rutinario y nos comenta lo contenta que está pudiendo prescindir de las compresas.
«No sé el tiempo que me queda por vivir, pero ahora puedo salir con mis amigas a pasear sin el incordio del pipí. Es lo mejor que he hecho en mi vida y la lástima es no haber tenido información previa al respecto»
Es cierto que hasta hace poco tiempo no nos habíamos planteado la posibilidad de operar a personas mayores, sin embargo en la actualidad y gracias a las mallas sintéticas los buenos resultados nos hacen abrigar esperanzas de futuro mejorando la calidad de vida de estas mujeres de la tercera edad con incontinencia urinaria de esfuerzo.
El caso de Mª Angeles es diferente. Es una mujer de 34 años con antecedente de un parto muy largo y laborioso, en el que hubo necesidad de una instrumentación para finalizar el proceso. A pesar de los ejercicios de rehabilitación del suelo pélvico durante 2 años, no conseguía contener la orina. Le recomendamos también la colocación de una malla por vía vaginal, que se realizó en este caso y a petición de la paciente mediante anestesia general. En muy poco tiempo pudimos observar grandes resultados. La orina no se le escapaba cuando hacía algún esfuerzo, sobre todo en el gimnasio. Mª Angeles estaba muy contenta.
Desde el punto de vista de los ginecólogos con experiencia en la cirugía de la incontinencia urinaria, las mallas nos han permitido mejorar nuestros resultados y crear nuevas expectativas de vida para estas pacientes.
Una de las consultas más frecuentes en nuestra Clínica Ginecológica es la presencia de una incontinencia urinaria, sobre todo la de esfuerzo, es decir aquellas pérdidas involuntarias de orina que se presentan al realizar ciertas actividades como toser, reír, saltar, etc.
Muchas mujeres acuden buscando una solución al problema, ya que les impide realizar una vida confortable y siempre dependiente de sus compresas. Sin embargo las técnicas quirúrgicas convencionales no parecían ofrecer unas garantías suficientes para la resolución del padecimiento. Los nuevos procedimientos de cirugía mínimamente invasiva con mallas suburetrales libres de tensión vienen a ocupar un espacio necesario dentro de la uroginecología.
Mediante anestesia peridural o una sedación, se colocan unas mallas de un material sintético por vía vaginal para corregir el descenso de la uretra (conducto que va de la vejiga de la orina al exterior) restaurando la anatomía normal y creando un nuevo elemento se sostén en el suelo pélvico. A las 12 horas de la cirugía se puede dar el alta clínica.