Manchas de sol y las alteraciones hormonales
Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer produce una mayor cantidad de melanina por ello también adquiere durante ese período un bronceado distinto al de otros veranos.
Pero ese bronceado tan valorado por algunas después pasa factura, ya que cuando paulatinamente desaparecen los efectos del sol, quedan las manchas faciales. A este tipo de manchas se las denomina «cloasmas». La pacientes que toman anticonceptivos también son candidatas a una mayor predisposición a la aparición de cloasmas.
Muchas de las manchas tiene que ver con las alteraciones hormonales que nuestro cuerpo sufre produce a lo largo del ciclo biológico, por lo que, una vez más, no nos cansaremos de insistir con nuestros consejos básicos para el verano:
- Tomar el sol puede ser beneficioso siempre que se haga con las medidas oportunas: Crema protectora con filtro solar de +50 a poder ser, y con aplicación cada 2 horas. Evitar la exposición en las horas puntas: de 13 a 16h.
- Beber agua con frecuencia para evitar la deshidratación.
- Practicar ejercicio moderado a primera hora del día o al atardecer, no durante las horas máximas de sol.