Cirugía femenina para mejorar la fertilidad

Hace pocas semanas tuvo lugar en Barcelona el trigésimo Congreso Nacional de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF), un encuentro anual que reúne a expertos y especialistas en reproducción y fertilidad.

En la actualidad, aproximadamente el 20% de las mujeres con problemas de fertilidad necesitan una intervención quirúrgica a nivel de la cavidad uterina para conseguir un embarazo.

Entre los factores que pueden entorpecer la fertilidad femenina destacan los pólipos endometriales, los miomas submucosos o las adherencias que se conocen como síndrome de Asherman.

Los pólipos endometriales y los miomas submucosos se resecan mediante la histeroscopia quirúrgica, una técnica que consiste en la introducción vía transcervical de una óptica y un resector y se visualiza la cavidad uterina en un monitor. Las adherencias también se solucionan mediante histeroscopia.

El útero arcuato y el útero septo bien sea total o parcial, son las malformaciones más frecuentes, no afectan a la tasa de embarazos pero sí se asocian a abortos de repetición y a resultados obstétricos desfavorables y en estas ocasiones está indicada la cirugía.

La septoplastia es un método efectivo y seguro en el tratamiento quirúrgico del útero septo y con mínimas complicaciones, siempre y cuando el diagnóstico sea correcto. En esta anomalía el tratamiento quirúrgico (resección del tabique por histeroscopía) resuelve el problema en un elevado porcentaje, ya que disminuye al 5,9% los abortos.

Debemos recordar que la cirugía de la reproducción es conservadora y que las indicaciones quirúrgicas en ocasiones son controvertidas, por lo que deben ser realizadas por profesionales habituados en cirugía de la reproducción.

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