Detección del cáncer de mama
Detección y diagnóstico del cáncer de mama
Autoexploración
Los tumores detectados de forma precoz tienen un elevado índex de curación. Aquí queremos insistir en la importancia de las revisiones y de la autoexploración en la detección del cáncer de mama . Es importante que la mujer realice una autoexploración de los senos después de cada menstruación. Las mujeres menopáusicas, deben realizarlo siempre el mismo día del mes pues es importante realizarla en estados similares.
Mamografía
A partir de los 40 años es necesario realizar mamografías periódicas. De los 40 a los 50 años se recomienda una mamografía al año en mujeres con factores de riesgo importantes, y una vez cada dos años en el resto de mujeres. Asimismo, las mujeres menores de 40 años con factores de riesgo importantes deben consultar con su ginecólogo qué controles son necesarios.
Ecografía
Una ecografía ayudará a concretar el diagnóstico. La imagen por ultrasonidos puede mostrar, por ejemplo, si el bulto es sólido, y está formado por células cancerosas, o si está lleno de líquido (en este caso se tratará de un quiste).
Resonancia magnética
Produce imágenes muy detalladas del tejido de la mama. El conocimiento del radiólogo permitirá alertar al ginecólogo de una pronta detección del cáncer de mama.
Biopsia
Es una prueba que permite detectar si las células del tumor son cancerosas o se trata de un tumor benigno. Mediante una pequeña incision en cirugía ambulatoria se extrae líquido o tejido de la mama, que luego será analizado en el laboratorio por parte de los patólogos.
Tras un primer diagnóstico, el ginecólogo, conjuntamente con el oncólogo, serán quienes personalizarán su tratamiento en función de múltiples factores. Entre estos factores, se tiene en cuenta el tamaño del tumor, su agresividad, su ubicación o incluso el hecho de que se hubiera podido extender o no a otros órganos del cuerpo. Las principales opciones a considerar serían: Cirugía, Radioterapia, Terapia hormonal y/o Quimioterapia.