Quistes de ovario
¿Qué son los quistes de ovario?
La mayoría de mujeres tiene algún quiste ovárico alguna vez en la vida. Suelen aparecer en la edad reproductiva de la mujer y raramente son malignos (alrededor de un 3%). Los quistes de ovario se pueden definir como “sacos” llenos de líquido que aparecen dentro de los ovarios (el órgano reproductor femenino) o en su superficie. Los ovarios están situados a ambos lados del útero y normalmente cada mes segregan un óvulo para que pueda ser fecundado.
Suelen producirse cuando el folículo, encargado de liberar el óvulo, no se rompe y continua creciendo, convirtiéndose en un saco lleno de líquido transparente. Este tipo de quistes se llaman foliculares, no suelen ser dolorosos y desaparecen de forma espontánea.
Otro quiste de ovario frecuente es el de cuerpo lúteo, que se produce cuando la apertura del folículo se cierra y se acumula líquido dentro. También suele desaparecer sin más, pero algunas veces puede crecer y provocar dolor y hemorragia. Estos dos quistes de ovario, los foliculares y los de cuerpo lúteo, son funcionales, es decir, que se producen en el proceso normal del ciclo menstrual.
Los quistes de ovario, no tan frecuentes, son los orgánicos, que no son causados por el funcionamiento normal del ovario. Pueden ser de varios tipos: teratomas, endometriomas, cistoadenomas, etc. Algunos son de nacimiento, como los teratomas, y otros aparecen en el curso de los años, muchas veces sin una causa que los origine.
¿Qué síntomas producen los quistes de ovario?
En muchos casos los quistes ováricos suelen ser indoloros, pero en ocasiones pueden dar síntomas como:
- Irregularidad menstrual
- Dolor en el bajo abdomen, que puede extenderse a la espalda o a las piernas
- Durante y después de la regla, dolor en la pelvis
- Moelstias y dolor durante las relaciónes sexuales
- Náuseas, vómitos o sensibilidad acusada en las mamas
- Hinchazón abdominal
- Presión en el recto o en la vejiga, con la sensación de no poder vaciarla del todo
En caso de sentir un dolor fuerte y repentino en la pelvis o el abdomen, o si va acompañado de fiebre y vómitos, es importante que acuda al médico o a urgencias.
¿Cómo se detectan los quistes de ovario?
Como hemos dicho, la mayoría de los quistes ováricos no producen síntomas, es por esto que es recomendable realizar revisiones ginecológicas periódicas para poderlos localizar. Su ginecólogo podrá detectar el quiste palpando los ovarios, en un examen manual de la pelvis. Si cree que hay un quiste, el diagnóstico se completará generalmente con una laparoscopia, una técnica que permite ver los contenidos del abdomen y de la pelvis con una videocámara diminuta, el laparoscopio. También pueden realizarse otras pruebas, como los ultrasonidos, una resonancia magnética o un análisis de sangre.
Un diagnóstico precoz de los quistes es importante para poder tenerlos bajo control o, en caso de que sea necesario, se puedan extirpar con celeridad.
¿Cuál es el tratamiento adecuado?
En muchos casos no es necesario realizar ninguna intervención quirúrgica. Los quistes de ovario se controlarán con revisiones periódicas a la espera de que desaparezcan por sí solos. En algunos casos, si provocan dolor o si su ginecólogo lo considera necesario, se realizará una intervención quirúrgica por laparoscopia, una técnica en la cual el Dr. Javier del Pozo es una figura de referencia nacional e internacional.
La laparoscopia permite extraer el quiste conservando el ovario, manteniendo así la fertilidad plena de la mujer. Al ser una técnica mínimamente invasiva, la mujer puede recuperarse rápidamente, con 24 horas de permanencia en el hospital. En una semana podrá recuperar su actividad normal.
Evidentemente, este tipo de técnicas deben ser realizadas por personal experimentado, por lo que es imprescindible acudir a un centro médico que cuente con todas las garantías. Después de la intervención, la mujer disfrutará de nuevo de libertad y bienestar para realizar todo tipo de actividades y podrá gozar de nuevo con sus relaciones sexuales.
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