El láser en ginecología
Hace unos días hablábamos en el blog del auge de la ginecoestética y la cirugía íntima e incluso el diario La Vanguardia publicaba varios artículos sobre el tema. Durante los últimos años el número de consultas referentes a estética genital, problemas de sequedad, pérdida de elasticidad vaginal o leves pérdidas de orina han aumentado notablemente.
Miles de mujeres de distintas edades acuden a la consulta buscando una solución funcional o estética de su zona íntima y la ginecología ha ido adaptándose a sus demandas. Es el caso del uso del láser en ginecología.
La aparición del laser supone un importante avance en el campo de la cirugía íntima gracias a que es un proceso ambulatorio y sin necesidad de cirugía que ofrece a las mujeres múltiples soluciones a sus problemas de amplitud o laxitud vaginal. La duración del proceso es de unos 20 minutos y se hace en la consulta permitiendo a la mujer reanudar su actividad diaria casi de inmediato.
Esta amplitud se debe a distintos factores: un parto traumático o en edad tardía, la pérdida de colágeno y la disminución hormonal por parte del ovario durante la menopausia, pueden provocar que el canal de la vagina quede más amplio de lo habitual. Asimismo estas carencias hormonales durante la menopausia también contribuyen a la sequedad vaginal.
El láser intravaginal pretende dar solución a estos problemas. Es indicado para retensar los tejidos íntimos, blanquear la zona genital, mejorar la sequedad vaginal y solucionar problemas leves de incontinencia con el objetivo de obtener unas condiciones preconcepcionales.
Si quieres saber más puedes visitar la página sobre el uso del láser en ginecología.