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06.08.2013
Clínica Ginecológica

Testimonio sobre quistes de chocolate

Quistes de chocolate

Debido a que las chicas de mi edad (21 años) tenemos  tendencia a preocuparnos y exaltarnos cuando oímos hablar sobre problemas ginecológicos, he decidido compartir mi experiencia sobre la aparición y formación de quistes de chocolate.

Hará ahora un año y medio, me levanté un día con un fuerte dolor abdominal, algo bastante incómodo.  A lo largo del día, el dolor no disminuyó, alargándose hasta las dos semanas.

A ese terrible dolor, se le añadió, además, un fuerte dolor de espalda que aumentaba notablemente cuando mantenía relaciones sexuales. Finalmente, preocupada decidí consultar con mi ginecóloga.

La doctora me diagnosticó un quiste de chocolate que según me explicó este tipo de quistes ováricos se forman a partir de células en el útero que se desplazan y se sitúan en los ovarios. Con el tiempo se mantienen y aumentan de tamaño  a partir de las hormonas liberadas durante el ciclo menstrual de la mujer, y pueden llegar a dañar el tejido ovárico sano.  Se llaman así porque el contenido del quiste es sangre espesa de color marrón oscuro, que recuerda al chocolate deshecho.

Como anécdota decir que cuando te lo enseñan en la ecografía parece una pelota o una bola de contenido denso.

Estos quistes de ovario son los relacionados con la endometriosis, que es un trastorno que afecta al sistema reproductor femenino, y pueden ir asociados a adherencias y a focos en otras zonas de la pelvis.

Aprendí que la presencia de un pequeño quiste en los ovarios es normal. En la mayoría de los casos, me dijeron, los quistes son inofensivos y desaparecen por su cuenta. En otros casos, pueden causar problemas y es necesario tratarlos.

Los quistes ováricos son muy comunes en las mujeres en edad de procrear. Una mujer puede desarrollar un quiste o muchos quistes. El tamaño de los quistes ováricos puede variar, además hay distintos tipos de quistes ováricos. La mayoría de ellos son benignos (no cancerosos) y a veces pueden ser malignos (cancerosos), aunque aparecen en muy raras ocasiones.

En mi caso como el quiste medía 5 cm, los médicos decidieron realizar un seguimiento para evaluar si aumentaba de tamaño, pero debido a que me producía un fuerte dolor en la pelvis y dolor abdominal, me recomendaron que la mejor manera de eliminarlo era mediante la práctica de una laparoscopia.

La cirugía por laparoscopia consiste en introducir una cámara en cavidad abdominal y visualizar el útero, los ovarios y toda la pelvis. Se diagnostica la severidad y grado de la endometriosis y se trata en el mismo momento, eliminando el quiste, los focos y las adherencias que pueda haber y siempre conservando los ovarios y todos los órganos evitando de esta forma que la enfermedad siga progresando. Este tipo de cirugía permite una recuperación muy rápida y es la única manera de obtener un diagnóstico definitivo.

No siempre es necesario realizar intervención quirúrgica, se debe individualizar cada caso: depende del tipo de quiste, del tamaño y de los síntomas que siempre son diversos y diferentes en cada paciente.

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