La uroginecología: especialidad que trata la incontinencia urinaria en la mujer
La cada vez mayor información existente en este tipo de alteración urinaria, que representa una importante pérdida de calidad de vida en la mujer, ha propiciado en el campo de la ginecología una subespecialidad, la uroginecología.
La demanda cada vez mayor de este tipo de problemas por parte de las pacientes, requiere un estudio a fondo para establecer el diagnóstico y posterior tratamiento de cada una de las diferentes alteraciones.
Existen varios tipos de incontinencia urinaria, sin embargo dos de ellas por su frecuencia, son las que requieren una mayor atención:
La incontinencia urinaria de esfuerzo
Provoca escapes de orina cuando se producen mecanismos de presión abdominal como por ejemplo toser, estornudar, practicar deporte, etc.
Esta situación es debida a la relajación del suelo pélvico, que son las estructuras que soportan tanto la vejiga como la vagina, el útero y el recto. Se debilitan por múltiples situaciones, entre ellas cabe resaltar los partos traumáticos y las deficiencias del colágeno. Actualmente se aconseja practicar ejercicios después del parto, para reforzar el suelo pélvico y prevenir en lo posible estas alteraciones.
Los ejercicios de Kegel ayudan a paliar esta situación. Cuando los ejercicios no consiguen obtener los resultados que se persiguen, se plantean las cirugías mínimamente invasivas por vía vaginal, consistentes en la colocación de mallas sub-uretrales, dando lugar a periodos de convalecencia relativamente cortos y con buenos resultados terapéuticos.
La incontinencia urinaria de urgencia
Existe otro tipo de incontinencia urinaria, que denominamos incontinencia urinaria de urgencia o también vejiga hiperactiva o inestable que se produce cuando existen dificultades para retener la orina, no pudiendo controlar los impulsos nerviosos sobre el músculo detrusor. Existen pacientes que recorren con frecuencia los aseos de bares, cines, restaurantes, etc. Cuando llegan a casa, el hecho de colocar la llave en la cerradura, suele provocarles un estímulo que requiere acudir de forma urgente al baño.
Es importante:
- Realizar ejercicios moderados y continuados para mejorar estructuras musculares y ligamentarias del suelo pélvico.
- Cuidar la alimentación, evitando el sobrepeso y el estreñimiento.
- No abusar de la sal ni fumar ni beber alcohol.
Cuando todo ello no ofrece los resultados que se esperan, la cirugía poco invasiva es una opción válida que permite mantener una calidad de vida adecuada.
Es conveniente acudir al ginecólogo cuando los síntomas iniciales se presenten en un intento de corregir este tipo de alteraciones lo antes posible.